Decidí que le contestaría desde nuestro
blog. Es una buena oportunidad para
tomar un tiempo de relajación después de una mañana un poco “difícil”.
Estoy seguro que esa pregunta será de gran inspiración
para muchos "expertos" que aprovecharán la oportunidad para elaborar características
profundas y complejas, quizás vuelvan a mencionar la inteligencia
emocional.
Esta lista de características es diferente,
es basada en mi experiencia, en mis jefes y en mis empleados. Basada en grandes empresas, no por el tamaño ni
por sus ingresos pero más bien por su ambiente de trabajo y sus asociados.
3 características
que los gerentes deben tener... corrijo, que lo buenos gerentes deben
tener.
Hace
lo que tiene que hacer – Si tiene que sacrificar lo que sea por su Empresa,
hágalo. No hay excusas, es ahora o
nunca, así de sencillo. Si se presenta
la oportunidad, ya sea de un nuevo negocio, de una gran venta o de ayudar a un
empleado, hágalo.
Hace
lo correcto – No hay razón para no hacer lo correcto. Siempre hay que hacerlo correctamente, desde
el principio, te garantizo te economizarás muchos problemas más adelante.
Apoya
y apuesta a la gente en la que confías – He mencionado antes sobre la
importancia de apoyar tu equipo de trabajo.
Solos no lo pueden hacer. Por lo
tanto, una vez consiguen esa persona en quien confiar dentro de la empresa es
importante el 100% de apoyo, de esta forma desarrollamos a quienes velarán
nuestras espaldas y serán nuestro aliados de guerra. Lo clave es la confianza, no todo el mundo la
merece, así que cuidado.
Me parece que me faltan algunas características
por lo que continuo…..
Sé
el jefe, pero compórtate como igual – El ego no debe existir en el lugar de
trabajo y menos de parte del gerente. No
actúes como si fueras mejor que los demás.
No tienes que dejar ver tu poder y tu conocimiento. El poder se gana, no se impone. Comportarte con autoridad sólo porque eres el
jefe y en situaciones que no lo ameritan disminuye tu liderazgo, el jefe que
hace esto, hace sentir sus empleados pequeños.
Se humilde!!!!!
Cuando
no estés en la oficina… relájate – En mi opinión las actividades de “teambuilding”
no son tan necesarias como las quieren presentar quienes las venden. ¿Quieres crear un equipo de trabajo?, cuando
salgan de la oficina una buena botella de vino, una picadera y una buena conversación
entre amigos es lo mejor para que tus empleados confíen en ti y den el máximo todo
el tiempo. No hay que escalar montañas
ni deportes extremos para conseguir unidad, hace falta buen trato y respeto.
Cuando
tus empleados estén haciéndolo mal, dilo, pero en privado – No hay que
llamar la atención a un empleado que se ha equivocado frente a los demás, no
hay necesidad, y ninguna situación lo amerita.
En privado diga todo lo que quiera, frente a otras personas no, nunca.
Tenga
un buen sentido de humor, sobre todo durante la crisis – Tuve un jefe que
constantemente decía “disfrutando el caos”.
Aun en los días más difíciles cuando nos decía eso, todos sentíamos un
gran confort y sabíamos que el jefe tenía todo bajo control.
Reconoce
las virtudes de tus empleados – Cuando tienes un empleado que es bueno en
algo, dilo. Esta vez, profesionalmente,
lo puedes hacer en público. Es
importante reconocer lo bueno. Crea
lealtad en tus empleados.
Complementa
las debilidades de los subordinados – De la misma forma que tus empleados
complementan tus debilidades como jefe, y por la misma razón que contratas
expertos en cada área de tu empresa, es importante que tu como jefe
complementes las debilidades de esos empleados.
Para contestar la pregunta - “¿Cuales tres (3) áreas son las principales en las cuales un Gerente
necesita ser adiestrado?” Te van a mencionar las siguientes,
planificación, comunicación, toma de decisiones, poder delegar, resolver
problemas, entusiasta y motivador entre otras.
Pero más importante que nada y lo que busco
yo en mis jefes…. tiene que ser BUENO,
tener un buen corazón. No estoy hablando
de empresarios, estamos hablando de gerentes.
El arte de conseguir que otros hagan lo que tú quieres que hagan porque
ellos quieren hacerlo, no porque tú lo dices.
¡Éxito!
